REPORTAJES: Tras la marcha de
Horacio-Vázquez Rial
Una noticia especialmente dura para nosotros.
Colaboró en el Programa Sexto Continente (REE), publicó
sus libros en Ediciones Irreverentes, donde también participó
en numerosas antologías, y fuimos compañeros de café
y tertulia muchos días. A pesar de nuestras posiciones -habitualmente
muy alejadas, sobre todo en política y religión- siempre
fue un placer conversar con alguien muy culto y muy inteligente, una
persona con la que se podría entrar en debates profundos sin
perder la mayor elegancia y elevación intelectual. Para mí
fue un orgullo editar uno de sus libros más divertidos LA ISLA
INÚTIL, y algunos de sus relatos más brillantes, en antologías
como CUATRO NEGRAS o ANTOLOGÍA DEL RELATO NEGRO III
Horacio, además de ser un gran escritor y un amigo de tertulia,
fue un hombre generoso, y aceptó presentar mi libro PERLAS DEL
PENSAMIENTO MISÓGINO, en la Casa del libro de Gran Vía
(Madrid) dando una lección de sabiduría, y bebiéndonos
medio bar al acabar el acto.
Miguel Ángel de Rus, Horacio-Vázquez
Rial y Juan Patricio Lombera
en la presentación de Antología del Relato negro I
Lo recuerdo en su casa de Vallecas o en la mía,
casi vecinos. Fuimos juntos al programa televisivo de Fernando Sánchez-Dragó
y volvimos juntos; allí nació una amsistad que hubiera deseado
mucho más larga. Y ahora, tanto placer es desolación. Afirman
en su muerte que "Era frecuente en la obra narrativa de Horacio Vázquez-Rial
encontrar a personajes que vuelven a empezar en sus vidas. Ese leit motiv
no era estrictamente literario. Refleja bastante su propia biografía.
Militante trotskista en su juventud, tuvo que huir de Buenos Aires, donde
había nacido en 1947, huyendo del temible grupo ultraderechista Triple
A. Él solía entonces ir armado y dispuesto a disparar,
más que para matar al contrincante para eludir la temible tortura
si caía en manos de los grupos terroristas. Tardaría más
de dos años en volver a asomarse a su país." Es una explicación
clara y acertada, porque Vázquez-Rial era un hombre dado a morir
y resucitar y tras cada caída, tenía preparado un doble salto
mortal.
Un año antes de morir, previendo el desastre, dejó escrito
un texto que propongo a todos aquellos que les cueste aceptar la verdad
final. LA MUERTE, ES DECIR, LA VIDA
A quienes quieran conocer mejor, les propongo LA WEB DE HORACIO, en la
que el tango de presentácion suena particularmente triste, incluso
cruel. Y a todos, les propongo sus libros, la forma de eternidad por la
que optó algún día el escritor.
Junto a Miguel Ángel de Rus y Alicia Arés
en RNE
Horacio, echo de menos los cafés hablando
de Borges, Cortazar o Cien años de soledad, del supuesto boom de
la literatura hispanoamericana, de la inexistencia de una literatura hispanoamericana
como tal, de la soledad del escritor, de la sociedad judía, tu creencia
en una civilización cristina, nuestros acuerdo en cuestiones como
que el mundo esta volviendo a la edad media, sobre todo en las relaciones
de poder políticas y laborales, sobre la crisis total del Sistema
y la incultura del país, sobre el buenos Aires de tu infancia y el
de principio de siglo, sus historias de putas y tristeza.
La despedida en el Tanatorio no era verdad, ya sabes que soy incapaz de
hablar en serio, era un hasta luego. Déjame seguir encontrandote
en tus libros, que no estamos tan lejos, compañero.
(Miguel Ángel de Rus)
Junto a Miguel Ángel de Rus